sábado, 10 de marzo de 2012

En torno a la educación


Estamos viviendo en una época de cambios, con un gran descontento político y sobre todo, social.  Nuestro sistema educativo es un buen  reflejo de ello.  Algunos profesores están desesperados, los alumnos se aburren en las aulas (en la mayoría de los casos piensan que lo que se les enseña no les va a ser de utilidad en la vida)  y, los padres, no sabemos cómo demostrar nuestro descontento con un sistema que ni soluciona ni,  la mayoría de las veces,  contempla los problemas que se plantean.




Vivimos en una sociedad en la que,  por momentos,  acumulamos grandes cantidades de información pero, parece que ésta no llega de manera adecuada al alumnado;  otras veces, son los padres/madres, tutores, docentes,… los que no saben/sabemos  manejarla adecuadamente.  Por supuesto, no se puede achacar toda la responsabilidad de lo que sucede en las aulas, a los profesores; la mayoría de los programas de televisión se sitúan en un perfil cultural bastante bajo,  no hay debates culturales o científicos de los que se puedan aprender, quizás aburren porque no se les comprende, porque la gente no está educada para  ello Con este panorama son los docentes los que deben ser educadores, motivadores, negociadores, estimuladores,…
Hasta hace bien pocos años, el término “educación” hacía referencia a la escuela y, a lo que en ella se enseñaba y se aprendía.  Aprender era asimilar conocimientos, cuantos más mejor, y repetir la información asimilada tal y como  la señalaba el profesor. Actualmente, con la popularización de las TICs, parece que  el modelo de enseñanza, la información, el  conocimiento y el aprendizaje se centrasen  más en los equipamientos electrónicos (PCs e Internet), que aparecen como la solución a todos los problemas  que, en las experiencias propiamente dichas de enseñanza-aprendizaje.

Observo  un vacío entre lo que se enseñaba “antes” (el profesor tenía bien clara su función) y lo que se tiene que  enseñar  actualmente y lo más importante, cómo trasmitir ese conocimiento  y de qué manera. Y , me parece,  que hay muchos docentes que ya no lo tienen tan claro. Unas veces, yo creo que no saben lo que se espera realmente de ellos y , otras,  porque no están capacitados para ello. Las nuevas tecnologías me parecen un medio, una herramienta fantástica para afianzar conocimientos y aprendizajes pero, no creo que deban desplazar a la escuela como pilar de la educación, ni a los profesores cómo guías en dichos aprendizajes.
 A todo este panorama habría que añadir la “presión”  que se ejerce sobre los profesores y los alumnos para conseguir unos resultados,  más que perseguir  que aprendan.
¡Qué confusión con información y conocimiento! Ni son iguales, ni una nos lleva a la otra, en numerosos casos. 
Pienso que una buena educación, formación e instrucción debería ayudarnos en el  proceso de búsqueda de información de forma crítica y selectiva; de ser capaces de asimilar conocimientos importantes para nuestro quehacer diario;  de realizarnos como personas y ciudadanos competentes que ayuden a transformar y mejorar nuestra sociedad y nuestro entorno; de desarrollar la personalidad para saber desenvolvernos en la vida; de ayudar y preparar  a otras personas para que entren en la sociedad del conocimiento.




No hay comentarios:

Publicar un comentario