Estamos viviendo en una época de cambios, con un gran
descontento político y sobre todo, social.
Nuestro sistema educativo es un buen reflejo de ello. Algunos profesores están desesperados, los alumnos
se aburren en las aulas (en la mayoría de los casos piensan que lo que se les
enseña no les va a ser de utilidad en la vida)
y, los padres, no sabemos cómo demostrar nuestro descontento con un
sistema que ni soluciona ni, la mayoría
de las veces, contempla los problemas
que se plantean.
Vivimos en una sociedad en la que, por momentos, acumulamos grandes cantidades de información
pero, parece que ésta no llega de manera adecuada al alumnado; otras veces,
son los padres/madres, tutores, docentes,… los que no saben/sabemos manejarla adecuadamente. Por supuesto, no se puede achacar
toda la responsabilidad de lo que sucede en las aulas, a los profesores; la
mayoría de los programas de televisión se sitúan en un perfil cultural bastante
bajo, no hay debates
culturales o científicos de los que se puedan aprender, quizás aburren porque
no se les comprende, porque la gente no está educada para ello Con este panorama son los docentes los que
deben ser educadores, motivadores, negociadores, estimuladores,…
Hasta hace bien pocos años, el término “educación” hacía
referencia a la escuela y, a lo que en ella se enseñaba y se aprendía. Aprender era asimilar conocimientos, cuantos
más mejor, y repetir la información asimilada tal y como la señalaba el profesor. Actualmente, con la
popularización de las TICs, parece que
el modelo de enseñanza, la información, el conocimiento y el aprendizaje se centrasen más en los equipamientos electrónicos (PCs e
Internet), que aparecen como la solución a todos los problemas que, en las experiencias propiamente dichas de
enseñanza-aprendizaje.
Observo un vacío entre lo que se enseñaba “antes”
(el profesor tenía bien clara su función) y lo que se tiene que enseñar
actualmente y lo más importante, cómo trasmitir ese conocimiento y de qué manera. Y , me parece, que hay muchos docentes que ya no lo tienen
tan claro. Unas veces, yo creo que no saben lo que se espera realmente de ellos
y , otras, porque no están capacitados
para ello. Las nuevas tecnologías me parecen un medio, una herramienta
fantástica para afianzar conocimientos y aprendizajes pero, no creo que deban
desplazar a la escuela como pilar de la educación, ni a los profesores cómo
guías en dichos aprendizajes.
A todo este panorama
habría que añadir la “presión” que se
ejerce sobre los profesores y los alumnos para conseguir unos resultados, más que perseguir que aprendan.
¡Qué confusión con información y conocimiento! Ni son
iguales, ni una nos lleva a la otra, en numerosos casos.
Pienso que una buena educación, formación e instrucción
debería ayudarnos en el proceso de
búsqueda de información de forma crítica y selectiva; de ser capaces de
asimilar conocimientos importantes para nuestro quehacer diario; de realizarnos como personas y ciudadanos
competentes que ayuden a transformar y mejorar nuestra sociedad y nuestro
entorno; de desarrollar la personalidad para saber desenvolvernos en la vida;
de ayudar y preparar a otras personas
para que entren en la sociedad del conocimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario