Actualmente el profesorado tiene enormes dificultades en
programar su actividad docente ya que la reforma educativa formula los
objetivos educativos en la Educación Infantil, Primaria y Secundaria en
términos de capacidades. En muchos
casos, la formación académica de los alumnos coarta la creatividad. Muchos
niños y niñas se incorporan a la escuela con una serie de hábitos y de rutinas
que estorban para la adquisición de nuevas habilidades, conocimientos y
actitudes. Posteriormente, cuando llegan a la adolescencia arrastran destrezas
mal aprendidas que les impiden formarse y progresar adecuadamente. Hay que aprender a desaprender: olvidar lo que se ha aprendido mal, los bloqueos y
condicionamientos sociales y, en su lugar, aprender de forma correcta.
La escuela tiende a enseñar conformidad en el pensamiento y a aceptar las normas establecidas. Debemos entender la escuela como el lugar
donde los niños además de aprender a leer, escribir, calcular, escuchar y
repetir, puedan hacer
todas las cosas que pueden hacer. Que son muchas más de las que aparecen en los programas escolares. Los escolares terminan aburriéndose y la abandonan.
Se necesitan nuevos valores pedagógicos y didácticos, dar un nuevo sentido a las relaciones docentes y establecer nuevas estrategias de trabajo. Es decir, tenemos que entender el centro educativo de una forma nueva.
Bibliografía: DESCUBRIR LA CREATIVIDAD. DESAPRENDER PARA VOLVER A APRENDER. F. Menchén Bellón
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